mi mundo azul con nostalgia;
entre mi marchitada piel,
dolor en cuerpo y en alma,
desde mi soledad... tan cruel.
Vi mi adolescente altivez,
sobre campiña de malva;
y los amores.., de ayer,
muertos suspiros al alba,
desde mi soledad... tan cruel.
Ya viene en fantasmal corcel,
quién sobre nubes cabalga;
portando la guadaña fiel....
la gran señora; ¡La Parca!
desde mi soledad... tan cruel.
Absorto al vacío, otra vez...
desde mi amarga atalaya,
vislumbro la lóbrega red,
que la sombría estela marca;
desde mi soledad... tan cruel.
Niñas trémolas titilan,
frente a vela que se apaga;
sopla el finito suspiro...
ecos de muerte me llaman,
desde mi soledad... tan cruel.
Autor: Manuel Velasco Fdez.
La soledad es buena de vez en cuando y cuando la buscas, pero si no es mala compañera. Muy bonito.
ResponderEliminarAsí es Fco. Javier; La soledad en el umbral del camino, a veces se torna cruel. Es una llamada a la comprensión hacia nuestros mayores. Gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarEs un muy lindo poema , con mucha nostalgia y tristeza ... un llamado desde lo profundo del sentir mismo del alma ! Logras el impacto y la reflexión porque conmueve !
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