DE MIS CRONICAS PERDIDAS (Ensayo nº 5) - El Cabrito Lastimero (Gregueria)

1.- Cuentan de un tal lastimero,
taimado y embaucador,
que por servirse un favor
traiciona a su compañero,
convirtiéndose en traidor.

Vil rufián calumniador,
que mancillando una dama,
su secreto va y proclama
sin vergüenza ni pudor,
por parir un melodrama.

Sigue en sus trece el felón,
desde su plaza de Babia,
y a quién bebiéndole el agua
engaña con su versión,
desplegando sucia maña.

Después de pedir perdón,
por tan grave proceder, 

erre que erre otra vez
a cuestas con su traición,
retorciendo la razón.

2.-
Vaga rauda el alma impía,
buscando camino al hades,
en cruel metamorfosis fría
de contenidos vanales,
fiel amante de la porfía.

Siendo tal cual el villano,
con sutil desfachatez
te llama amigo y hermano,
buscando herir otra vez
con el puñal en la mano.

Ni por conmiseración,
encuentra paz y descanso,
es tanta su devoción
a la maldad y al pecado,
que se anega en perdición.

Si a retaguardia parece,
que esconde sus atributos,
no es mas real que acontece
ser falaz cabrito puto,
que de la verdad carece.

Sostenella y no enmendalla,
tal patán en su altivez,
va y te rehúye palabra
el mago de la artimaña,
lo dicho, un gran cabrio es.

Ya en el sonrojo enterrado,
bajo el mármol de las musas
marcha al limbo descarriado,
le aguarda el infierno en llamas,
sobre sus rimas confusas.

Autor  Manuel Velasco Fdez.©

Cuéntale Ebro

Eterno Ebro guerrero
patriarca de las Españas,
desde escarpadas montañas
bajan tus íberas aguas,
doncel río caballero.

Tantas veces te soñé
observando nuestra historia,
que retengo en mi memoria
las gestas de tus hazañas,
que por siempre imaginé.

Al llegar a Zaragoza
por tu camino de plata,
besa a mi maña adorada;
dile que sigo en mi playa,
aguardando su llegada.

Que aún la amo y espero;
que pregunte a tu agua clara,
y en la luna reflejada
vea latir mi corazón,
¡cuéntale como la quiero!

Autor: Manuel Velasco Fdez.

ODA A LA PRIMAVERA (3 Actos) - Ac. 3º. - INMORTAL PRIMAVERA (Soneto)

Engalanada va preñada en flores,
y en las pupilas del valle cautiva
fulgura la primavera madrina,
de las musas y poetas trovadores.

Arrobada de candor cuando la miran

se funde al añil cielo la sabana

se abrazan colores entre las ramas

abriendo corazones a la vida.

Canta al alba gozoso el ruiseñor

entre los bellos jardines de amores,

 impúdica ella, se abre al sol la flor.

Pasará el poeta, seguirá la historia:

inmortal primavera, eterna alegría,

siempre reinarás diosa en la memoria.

Autor:  Manuel Velasco Fdez.  - Derechos reservados. Prohíbida su reproducción sin expreso deseo del autor.